1 mayo 2016

Deporte

La práctica de un deporte exige estar en las mejores condiciones posibles para que el cuerpo pueda funcionar a pleno rendimiento. Eso lo saben particularmente los deportistas de elite por esa razón, en los países donde la quiropráctica está más desarrollada, los atletas de alto nivel y los equipos olímpicos suelen estar bajo cuidado quiropráctico, tanto a lo largo del año con mantenimiento regular, como durante las mismas competiciones, donde suelen ir acompañados por el quiropráctico del equipo.

Además de las consecuencias que derivan de la práctica intensiva de su deporte, en muchos casos los atletas sufren a lo largo de su vida profesional un cierto número de lesiones.

Aunque se hayan recuperado de sus síntomas y hayan podido reanudar la actividad deportiva, esos accidentes participan en el desarrollo de las subluxaciones vertebrales , tanto a nivel vertebral como de las articulaciones de las extremidades. Con el efecto acumulativo de esas lesiones, ese proceso se traduce en casi siempre una disminución progresiva del rendimiento físico del deportista.

Los ajustes vertebrales podrán realizarse, si así lo requieren las necesidades, tanto en la columna vertebral y cráneo, como en otras articulaciones o tejidos del cuerpo.

Los deportistas pueden encontrar en el cuidado quiropráctico la ayuda que precisan para recuperarse de lesiones derivadas de la práctica de su deporte. Pero lo más importante para el deportista es la capacidad que tiene el quiropráctico para actuar, con total independencia de la presencia o no de síntomas particulares, optimizando el rendimiento del organismo, tanto física como mentalmente.